Lucas 6:38
Dad, y se os dará
Entre las muchas verdades espirituales que Jesús enseñó encontramos esta, «Dad, y se os dará«. Esta es una verdad que está vinculada a una ley universal conocida como ley de reciprocidad. La reciprocidad es la disposición a corresponder del mismo modo a un determinado comportamiento ajeno. Tú das, y a ti te dan, eso es reciprocidad.
Esperar recibir algo de los demás, sin la disposición de dar a los demás es algo contrario a la reciprocidad. No piense quién tal haga que recibirá cosa alguna, porque será correspondido del mismo modo que el hace con los demás, cumpliéndose la ley de reciprocidad.
El dar y el recibir van juntos. Solamente dando nos colocamos en posición de recibir. En la medida que damos, en esa misma medida recibimos. Si nuestra medida es buena, apretada y remecida, también lo será aquella que recibamos. No debemos desestimar la importancia de la reciprocidad en nuestro comportamiento. Recuerda, lo que guardamos lo perdemos, y lo que damos lo tenemos.