Salmos 146:8
Jehová levanta a los caídos…
¿Quién no ha caído alguna vez, bajo alguna circunstancia, y se ha sentido completamente abatido/a? En cierto sentido esto es algo que sucede al común de los mortales. Sirva el ejemplo del salmista quién dijo a su alma: «¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí?«; Salmo 42:5
El hombre es un ser de emociones, que residen en el alma. Cuando siente el impacto del desprecio, el rechazo, la incomprensión, y cuantos otros impactos más, el alma suele doblegarse, y caer (abatir). Si esto sucede, el alma no es capaz de levantarse por sí misma, necesita ayuda.
Sólo Dios que dotó al hombre del alma, es capaz de levantar (devolver al alma a su estado de reposo) a aquel que se siente caído, sanando y reparando el alma que el creó.