Salmos 23:4

No temeré mal alguno

Estas palabras de David, el autor de este salmo, revelan ante todo, como se veía ante Dios, y que era Dios para él. Menciona a Dios como su pastor, y aunque no lo diga expresamente, se menciona el mismo como oveja de forma indirecta, de quién tiene cuidado el pastor (Dios).

En determinados momentos, David se ve caminando en la oscuridad mas profunda (sombra de muerte), pero con Dios como pastor a su lado. Imagen esta que conocía muy bien, porque también él había sido pastor. A veces la sombra de muerte irrumpía entre sus ovejas, por medio de un oso o un león, pero allí estaba él a su lado, para procurarles salvación.

El temor de las ovejas ante la muerte, se desvanecía al estar David con ellas presente. Ningún mal las inquietaba, cuando David con su vara y su cayado las alentaba. Pero ahora era David, quién cual oveja alentada por su pastor, no desesperaba. Sabía que temer mal alguno no estaba justificado, pues Dios siempre estaba a su lado.

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