Salmos 27:14

Aliéntese tu corazón

El aliento es el antónimo del desaliento, es decir, del decaimiento del ánimo, y desfallecimiento de las fuerzas. El aliento se define como el vigor del ánimo, esfuerzo, valor, que tiene que ver con el estado emocional del hombre. Cuando las dificultades y problemas se multiplican entra en acción el desaliento.

David, el autor del salmo, pone de manifiesto diferentes circunstancias adversas a las que se enfrentó, como testigos falsos, enemigos gratuitos, que socavaron su ánimo. La frase, «Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová…«; Salmos 27:13, así lo sugiere.

El ánimo y vigor para sobreponerse al desaliento lo encontró en Dios. Cierto es que tuvo que esperar o aguardar a la intervención de Dios, pero siempre, vio a Dios intervenir. Por este motivo, no sucumbió cuando emocionalmente el desaliento se hizo presente en su vida. Si esperas en Dios, podrás decirle a tu corazón, aliéntate.

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