El soldado de Dios

Con frecuencia encontramos en las Sagradas Escrituras *analogías (Mateo 8:9; 2 Timoteo 2:3-6) para describir nuestra actividad al servicio de Dios. En esta ocasión vamos a centrar nuestra atención en la analogía de la milicia, en concreto, en la del soldado y su armadura. Como en la mayoría de las disciplinas existe un manual de entrenamiento, también en la milicia cristiana existe un manual de entrenamiento, que no es otro que la Palabra de Dios; 2 Timoteo 3:16,17.

El objetivo de este estudio es el de preparar en la milicia cristiana a todos los que conforman el ejército de Dios, por medio de las Sagradas Escrituras. Los manuales militares tienen que ser actualizados, debido a los avances en la tecnología armamentística, pero no así la Palabra de Dios por ser inmutable; Isaías 40:8. Mientras mejor conozcamos la Palabra de Dios (manual de entrenamiento), mejor podremos servir a Dios como parte de la milicia cristiana.

Sea que nos guste o no, nosotros fuimos tomados por soldados cuando nos convertimos a Jesucristo, y nacimos de nuevo en la familia de Dios, y es nuestro deber agradar del griego areskó a aquel que nos tomó por soldados; 2 Timoteo 2:4. De hecho, se espera del soldado de Dios que sea bueno, del griego kalós, es decir, bien adaptado a sus circunstancias o fines en el desempeño de la milicia; 2 Timoteo 2:3.

Esto es un extracto del estudio publicado. Si lo desea obtener completo, le facilitamos la descarga.

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