Quién dijo que no

Es importante reconocer por medio del lenguaje quién nos habla. El que no es de fe duda y trata de transmitirnos su duda también a nosotros, para que también dudemos, las palabras de Saúl a David son un claro ejemplo de ello; «No podrás tú ir contra aquel filisteo…«; 1 Samuel 17:33. En su lenguaje siempre está presente la frase no se puede.

Por otro lado el que duda siempre tratará de justificar su duda, y con ello nos hará considerar y reflexionar sobre lo que para él es la causa de su duda; «porque tú eres muchacho«.

Otro claro ejemplo lo encontramos en el relato de los doce príncipes que fueron enviados a reconocer la tierra de Canaán; Números 13:30,31, los cuales también expresaron su duda y como no la justificación de su duda, «No podremos subir contra aquel pueblo»; «porque es más fuerte que nosotros«. El lenguaje en este caso fue determinante para que toda la congregación de Israel llorara y deseara volver atrás, influenciada por el informe negativo que la mayoría de los príncipes había hablado.

Cabe destacar que quienes en ambos casos referidos no eran de fe, quienes dijeron no se puede, eran líderes, el primer rey de Israel en un caso y diez príncipes de Israel por otro.

Quién nunca va a decir no se puede, es Dios. Es la voz de Dios revelada en su palabra la que debemos oír y a la que nos debemos rendir. Aquellos que son de fe nos alentarán siempre con la palabra de Dios, transmitiéndonos la fe que es por el oír de la palabra de Dios. Las palabras de un hombre de fe como Caleb dirigidas a la desalentada congregación de Israel fueron «más podremos nosotros que ellos«.

No escuches al que de continuo te dice que no se puede, no es alguien de fe.

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