Números 23:23
Contra Jacob no hay agüero…
Que algunas personas practican artes prohibidas (ocultas) es un hecho, como lo demuestran las Sagradas Escrituras. En el caso de Balaam era la práctica del agüero (encantamiento) y la adivinación.
Pero también es un hecho, que tales artes son inútiles contra el pueblo de Dios. La protección que el Señor prodiga a su pueblo desarma a los poderes ocultos que contra él se invocan. Lo que ningún arte puede cambiar, es lo que Dios por su palabra ha dicho con relación a su pueblo.
Dios dio bendición, y no podré revocarla, dijo Balaam. El propósito de Dios es y seguirá siendo bendecir a su pueblo, aunque tenga en ocasiones que cambiar la manera de hacerlo. Dios es fiable e inmutable. Él no cambia; por ello, su Palabra siempre se cumple. Podemos afirmar entonces, que no hay maldición contra su pueblo.