Salmos 147:3
El sana a los quebrantados…
La sanidad es algo que generalmente todos relacionamos con el cuerpo, aunque los hombres fuimos creados por Dios con dos substancias, material (cuerpo) e inmaterial (alma y espíritu); algo que frecuentemente pasamos por alto. La sanidad también es emocianal, interior, la que necesita el corazón (alma), que es centro de la voluntad del hombre y donde se asientan las emociones y los sentimientos.
Dios no es indiferente al sufrimiento humano. Él interviene en la vida de quienes están rotos emocionalmente (espiritualmente), sanando y restaurando el corazón (alma), que nadie más puede sanar. El corazón quebrantado necesita a Dios para ser sanado y restaurado.
Fue Jesús, quien dijo que vino a «sanar a los quebrantados de corazón«; Lucas 4:18, porque conoce las dolencias bajo las cuales gime la humanidad. La afirmación que hace el salmista es un eco de las palabras de Jesús, quién sigue sanando a todos los que tienen el corazón quebrantado.
















































