Juan 3:16
Amó Dios al mundo…
La intensidad del amor de Dios al mundo queda manifestada mediante las palabras: «de tal manera«. Juan inspirado por el Espíritu Santo subraya que Dios amó al mundo de forma tan grande, inigualable, incomparable y sublime, que no escatimó entregar por el mundo a su hijo unigénito por ese amor.
Lo más extraordinario de este acto de amor, es que fue manifestado a un mundo que no era merecedor del mismo, puesto que era enemigo (gr. ejdsrós adversario, enemigo) de Dios; Romanos 5:10. Pero es así como queda más que demostrado que su amor hacia el mundo fue a pesar del odio y la hostilidad de este hacia él.
Dios conocedor de una humanidad malvada y condenada, decidió salvarla, a pesar de que para hacerlo tuviera que entregar lo más preciado que podía entregar, a su santo hijo Jesús, quién «…se despojó a si mismo…, …se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte…»; Filipenses 2:7,8 y todo por amor.






























