Lucas 1:37
Nada hay imposible para Dios…
¿Quién no ha considerado alguna vez que hay determinadas cosas imposibles? Desde nuestra concepción humana, si una cosa no sigue su curso natural, esta no se puede considerar posible.
Aunque de manera distinta eso fue lo que le sucedió a Sara y a María. A ambas un ángel les anunció un alumbramiento que humanamente no era posible. Una por ser estéril, y la otra por no haber conocido varón.
Aquí es donde como humanos, preguntamos como María, ¿cómo será esto? Dios que estableció las leyes naturales con su poder y sabiduría, puede del mismo modo, hacer algo nuevo y mayor. Por sus atributos revelados en las Escrituras, sabemos que Dios no está sujeto a nada, porque él es la causa de todo. De ahí la afirmación angelical, «nada hay imposible para Dios«.