Mateo 26:41

Velad y orad

Jesús no sólo conoce nuestra naturaleza, como aquel que la creó, además la conoce como aquel que participó de ella, como esta escrito: «por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo»; Hebreos 2:14. Cuando Jesús dijo que la carne es débil, lo dijo desde la experiencia personal, al participar de la carne (sustancia material del cuerpo).

También hizo referencia al espíritu (sustancia inmaterial), del cual dijo está dispuesto. Pero la disposición del espíritu, se ve limitada por la incapacidad de la carne, al no ser correspondido. El imperativo entonces de «velad y orar» esta formulado en forma de recomendación a causa de la debilidad.

Jesús sabía como compensar la incapacidad (debilidad) de la carne y lo demostró. Buscó en la oración el sustento, que su cuerpo no le pudo proporcionar, y lo encontró. Nos enseñó en la practica, como vencer bajo la humana condición, las limitaciones de la misma. Se puede afirmar que la oración sustenta.

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