Isaías 28:26

Dios le instruye, y le enseña lo recto

Como parte de la creación se encuentra el hombre, al cual Dios puso en la tierra no solo para que la habitara, sino para que la labrara y la guardase; Génesis 2:15. Como se puede observar, Dios estableció que el hombre invirtiera energía y tiempo en una actividad productiva como es labrar.

El profeta Isaías inspirado por Dios revela que aquella labor de labrar la tierra contó con la instrucción de Dios diciendo: «el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara«, y esto el hombre lo hace así porque su Dios le instruye y le enseña. Dios nunca pedirá al hombre algo que él no le enseñe a hacerlo. Si deseas que tu actividad sea productiva necesitas que Dios te enseñe he instruya según su sabio y maravilloso consejo.

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