Jeremías 30:17
Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová;…
Hay heridas que parecen incurables, por la magnitud, por quienes las producen, por la profundidad, por el tipo de herida, porque las heridas no son sólo físicas, también lo son emocionales. Las heridas son algo con lo que convivimos y que no podemos evitar, ¿quién no es herido/a, o lo ha sido alguna vez?
Si alguien sabe de heridas, ese es Jesús, el Hijo de Dios, quien fue herido por nuestras rebeliones; Isaías 53:5. Nadie entonces mejor que él para entender nuestro dolor, y sanar nuestras heridas, pues es él el que te dice: sanaré tus heridas.