Isaías 44:21
No me olvides…
Encontrar a alguien que nos haya hecho y nos haga tanto bien como Dios, es imposible. Sus beneficios son incontables y de todo tipo, sus favores y misericordias también. Todo esto debería estar muy presente en nuestras vidas y ser de gran estima por nosotros.
Sin embargo, con una gran facilidad olvidamos todo esto, como si nada de esto fuera así. Si fuera de otro modo, Dios no nos amonestaría con estas palabras, «no me olvides». Y quizá dirás, esta amonestación esta dirigida a la nación hebrea, pero yo te digo como el apóstol Pablo dijo: «estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos»; 1 Corintios 10:11.
Si debemos tener a alguien en estima y no olvidar, sin ninguna duda es a Dios. No miremos lo que aún no ha hecho, miremos más bien lo que ha hecho ya, y que nadie jamás hará por ti y por mí.