Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé…
Clamar tiene un fin muy concreto, que es llamar la atención de aquel con quien nos queremos comunicar. Lo que Dios nos pide es que nos comuniquemos con él, y que lo hagamos llamándole a viva voz (clamando), procurando su atención, «porque claman los justos y Jehová oye«; Salmos 34:17.
Dios nos pide comunicación, pues está muy interesado en escuchar todo lo que le queremos decir. Jamás debemos pensar o creer que a Dios no le interesan nuestros asuntos personales o colectivos. De ser así, no nos pediría que nos comunicáramos con él.
Pero algunos nos dicen: clama, ¿habrá quién te responda?; Job 5:1 La comunicación con Dios no se basa en un monólogo, sino en un diálogo, en el que Dios participa activamente, de lo contrario no diría, «yo te responderé«.